Patrimonio Mundial

Todos dicen que el mundo se hace cada vez más pequeño, pero cada vez son más los rincones que están catalogados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Cuanto más conocemos, más pequeño nos parece nuestro conocimiento... Os invito a compartir vuestras experiencias en estos maravillosos lugares. Yo por mi parte os propongo algunas imágenes que he tomado en algunos de ellos.

12.9.08

Micenas (Grecia)

Agosto, 2008







Comenzamos el día de ayer, martes, visitando Micenas. Recordamos nuestro curso de Historia Antigua de hace ya unos cuantos años, en el que estudiamos sobre todo esta cultura y la minoica, y nos hizo especial ilusión llegar hasta aquí.

Lo cierto es que a pesar de parecer un peñasco arrasado por el sol, lleno de piedras gigantescas, una vez te acercas a la entrada por la Puerta de los Leones descubres lo fantástico de este periodo, de la riqueza de sus ciudades y de lo importante que resultaron para el desarrollo posterior de la historia clásica de Grecia, y con ello la de todo Occidente.

Es además la patria del rey Agamenón, y con ello cuna de la leyenda clásica por excelencia, la que tiene como centro la Guerra de Troya, en la Iliada y la Odisea.
Es recomendable el museo, de dimensiones abarcables, y con multitud de objetos encontrados en las excavaciones. Aunque los más valiosos, como la famosa máscara de Agamenón (que no pudo ser suya, cuestión de cronología…) son réplicas, porque los originales están el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, vale la pena un recorrido rápido para apreciar más lo rico y variado de un entorno cultural asentado en el segundo milenio antes de Cristo.

El recorrido por la antigua Micenas asciende hasta el palacio, distinguiéndose enterramientos, barrios especializados, como el de los artesanos, cisternas y como no las murallas, de dimensiones muy considerables. El llamado tesoro de Atreo, un enterramiento monumental es un buen colofón para la visita.



Lo cierto es que había mucha gente, pero todo en Grecia tiene un sorprendente aire de informalidad, que nos da una impresión a lo que debería ser la España de los años cincuenta o sesenta: llegas a las ruinas de Micenas por una carreterita medio asfaltada, con unas indicaciones que parecen de la época micénica en sí mismas, escasas cuando no equivocadas. Aparcas el coche en una cuneta, según el método tradicional de llegar hasta la misma puerta y luego ir volviendo hasta el primer hueco que haya en medio de la carretera. Por taquilla, un pequeño kiosko de madera, y ya dentro, algún cartel desvencijado, también aparentemente “micénico”. Esto es lo más normal en todas partes. No queremos ni pensar la megapirámide de cristal, el centro de interpretación multimedia, los complejos hoteleros y los parques temáticos que habría montados alrededor en otras naciones europeas… Pero claro, mucho mejor así, aunque a veces se eche en falta un poco más de organización…

  • ENGLISH VERSION
  • www.coolcounters.com